Seguro te ha pasado: te marcas una meta, te llenas de motivación y, justo cuando todo va bien, algo dentro de ti se interpone. Te distraes, dudas de ti mismo o simplemente dejas de intentarlo. Eso es autosabotaje, y es más común de lo que piensas.
Pero, ¿por qué nos saboteamos? La respuesta está en nuestras creencias limitantes, el miedo al éxito y cómo nuestro cerebro se las arregla para protegernos del cambio, incluso cuando ese cambio es para mejor.
¿Cómo Detectar El Autosabotaje?
Antes de poder combatirlo, tienes que identificarlo. Aquí tienes algunas señales:
- Procrastinación constante: Sabes lo que tienes que hacer, pero siempre encuentras algo más “urgente” que hacer antes.
- Autocrítica excesiva: Te dices a ti mismo que no eres lo suficientemente bueno, preparado o inteligente.
- Miedo al fracaso (o al éxito): Prefieres no intentarlo para evitar el riesgo de fallar, o incluso el miedo de que las cosas cambien demasiado si lo logras.
- Buscar excusas: Siempre encuentras una razón por la que no puedes avanzar.
¿Cómo Dejar de Sabotearte? 3 Pasos Prácticos:
- Reescribe tus creencias limitantes
- Escribe esas frases negativas que te dices a ti mismo, como «No soy lo suficientemente bueno». Luego, reescríbelas en positivo: «Estoy aprendiendo y mejorando cada día.»
- Tip: Cada vez que pienses en una excusa o creencia limitante, detente y desafíala. Pregúntate: ¿esto es un hecho o una suposición? Dale la vuelta.
- Hazlo incómodo pero posible
- El autosabotaje es tu mente tratando de mantenerte en una zona cómoda. Haz pequeños cambios, lo suficientemente incómodos para salir de esa zona, pero alcanzables para no abrumarte.
- Ejemplo: Si procrastinas al empezar una tarea grande, divídela en micro-tareas y empieza por la más fácil.
- Celebra cada paso, por pequeño que sea
- Muchas veces, nos autosaboteamos porque solo vemos el resultado final. Pero el progreso se construye con pequeños pasos. Reconoce esos mini-logros para reforzar el hábito de avanzar.
- Ejemplo: Si lograste hacer el 10% de una tarea, ¡celebra que ya has empezado! Eso te da energía para continuar.
Práctica: Un Diario de Autosabotaje
Lleva un diario durante una semana. Cada vez que sientas que te estás frenando, anota:
- ¿Qué estás haciendo (o evitando hacer)?
- ¿Qué piensas o sientes en ese momento?
- ¿Qué creencia o miedo te está bloqueando?
Al final de la semana, revisa tus notas y busca patrones. Eso te dará claridad sobre cómo y cuándo te saboteas.
“El mayor obstáculo entre tú y tus metas no está fuera, está dentro de ti. Cuando entiendes eso, todo empieza a cambiar.”
