Cómo Soltar la Autoexigencia

Cómo Soltar la Autoexigencia

¿Te pasa que, aunque hagas mil cosas en un día, sientes que no es suficiente? Esa sensación de que podrías haber hecho más, que te faltó algo, o que no estuviste a la altura… es la culpa que acompaña a la autoexigencia, y es más común de lo que crees.

Nos exigimos tanto que olvidamos que somos human@s. Que no todo tiene que salir perfecto, que está bien dejar cosas para mañana y que, a veces, descansar no solo es necesario, sino imprescindible. Pero la culpa siempre está ahí, como un recordatorio de lo que no hicimos, de lo que faltó.

¿De dónde viene esa culpa?
Mucho tiene que ver con las expectativas que cargamos, ya sean nuestras o de los demás. Creemos que debemos poder con todo: trabajo, familia, vida social, autocuidado… y lo peor es que nos sentimos mal cuando no cumplimos con ese estándar imposible.

¿Cómo soltarla?

  1. Acepta que no puedes con todo
    La perfección no existe, y tratar de alcanzarla solo te desgasta. Valora lo que sí lograste, aunque sean pequeñas cosas. Cada paso cuenta.
  2. Reevalúa tus prioridades
    No todo es igual de importante. Pregúntate: ¿Esto que me preocupa realmente merece tanto espacio en mi mente? A menudo nos culpamos por cosas que no tienen tanto peso como creemos.
  3. Sé amable contigo mism@
    Hablarte con dureza no te ayudará a hacer más ni a sentirte mejor. Cambia el diálogo interno por algo más compasivo: “Hoy hice lo mejor que pude, y está bien.”
  4. Celebra los pequeños logros
    Haz una lista de lo que sí hiciste, por pequeño que parezca. A veces, enfocarte en lo positivo cambia tu perspectiva por completo.

Recuerda: No eres tus logros ni tus listas tachadas. Eres mucho más que eso. La culpa por no hacerlo todo es una carga que no tienes que llevar. Está bien soltar, descansar y aceptar que, incluso sin hacerlo todo, sigues siendo suficiente.

Deja de medir tu valor por lo que haces. Eres suficiente, tal y como eres.